EL DIOS QUE YO CONOZCO

9.00. La resurrección de la antigua Anatolia

Anatolia, o Asia Menor, no desempeñó un papel de gran importancia en proporcionar material que proyecte luz sobre la Biblia, sin embargo, la obra arqueológica real allí debe mencionarse brevemente.

Hubo un tiempo cuando nada se sabía de los hititas [heteos] excepto lo que dice la Biblia acerca de ellos.

Los críticos podían libremente proclamar, sin temor de que se los contradijera, que sencillamente los hititas no habían existido y que los bíblicos "reyes de los heteos [hititas]" pertenecían al reino de la fábula y la leyenda.

Todo esto cambió desde 1879, cuando A. H. Sayce y W. Wright hicieron notar que las extrañas inscripciones jeroglíficos encontradas en el norte de Siria y en Anatolia eran monumentos de los por tanto tiempo perdidos hititas.

Muchos eruditos han tratado de descifrar esas inscripciones que desde ese tiempo se han encontrado en cantidades crecientes.

Tal como lo sabemos ahora, fueron fruto de los hititas, entre 1600 y 700 AC, pero por mucho tiempo esas inscripciones no estuvieron dispuestas a revelar sus secretos.

Finalmente, en 1947 Bossert encontró inscripciones bilingües, escritas en fenicio y jeroglíficos hititas, en la localidad de Karatepe, Cilicia [Asia Menor]. Desde entonces ha hecho rápidos progresos el desciframiento de esa misteriosa escritura y ese idioma.

Los historiadores y eruditos bíblicos anticipan con ávido interés el tiempo cuando puedan leer las inscripciones jeroglíficos hititas tan fácilmente como las de otras naciones antiguas que han hecho tanto para aumentar nuestro conocimiento del mundo de la antigüedad.

De 1906 a 1912, Hugo Winckler excavó Hatusas - ahora Bogazkoy - la capital hitita. Tuvo la fortuna de encontrar los archivos reales escritos en hitita cuneiforme, escritura que era usada por los hititas además del sistema jeroglífico.

El hitita cuneiforme fue rápidamente descifrado por el erudito checo Hrozny, en 1915, y desde entonces una cantidad de especialistas nos han dado traducciones de los documentos de Bogazkoy.

Esos textos han colocado sobre una base sólida nuestro conocimiento acerca de la nación hitita.

Se han excavado varias ciudades de los Estados hititas del norte de Siria con las cuales comerciaba Salomón (1 Reyes 10:29). Entre ellas las más importantes son Zendjirli y Carquemis, excavadas por los alemanes (1888-1902) y los británicos (1911-1914 y 1920) respectivamente.

Se encontraron inscripciones arameas e hititas y muchas esculturas, etc. Eso nos capacita para reconstruir la historia de esos Estados y para entender mejor las declaraciones bíblicas que tratan de ellos.