EL DIOS QUE YO CONOZCO

13.04. Más evidencias de la historicidad de los patriarcas hebreos

Los descubrimientos no cesaron después de los hallazgos de Nuzi. Tres códigos, más antiguos que el de Hammurabi, fueron desenterrados posteriormente.

Estos códigos y textos, de una naturaleza enteramente diferente han iluminado muchos detalles que se encuentran en las narraciones patriarcales, según el libro de Génesis, y han rellenado muchas lagunas en nuestro conocimiento de ese periodo histórico.

Las investigaciones arqueológicas y topográficas llevadas a cabo por Albright y Nelson Glueck, en la Trasjordania, y por Glueck, en el desierto del Neguev, en Israel, también arrojaron evidencia en cuanto a la historicidad de los patriarcas hebreos.

Todo este material en conjunto ha creado una nueva atmósfera entre los historiadores del Antiguo Testamento.

Con excepción de unos pocos eruditos reaccionarios – entre los más viejos, por cierto -, apenas si hay algún historiador bíblico que se atreva a negar por más tiempo la historicidad esencial de las narraciones patriarcales.

G. Ernest Wright, de la Universidad de Harvard, sintetizó la evidencia disponible, y llegó a las siguientes conclusiones:

“Probablemente nunca podremos comprobar que Abrahán realmente existió, que hizo esto o aquello, o que habló en esta forma o en otra; pero lo que sí podemos comprobar es que su vida y su tiempo, como se reflejan en la narración acerca de él, encuadran perfectamente dentro del segundo milenio a. C., pero imperfectamente dentro de cualquier periodo posterior. Esta es una conclusión básica, y una de las contribuciones más importantes que la arqueología haya hecho al estudio del Antiguo Testamento durante las últimas cuatro décadas”.*
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* G. Ernest Wright, Biblical Archaeology (edic. revisada, Filadelfia, 1962), p. 40.