Los resultados de la arqueología de Palestina han beneficiado inmensamente al estudiante de la Biblia.
Las ruinas de las ciudades y aldeas cananeas y hebreas han preservado restos de muros de ciudades, palacios, edificios públicos y casas particulares que nos permiten ver los diferentes niveles del progreso alcanzado por la arquitectura en los diversos períodos de la cambiante historia de Palestina.
Podemos estudiar los sistemas de fortificaciones, las condiciones sanitarias de los hogares y pueblos, y descubrir cómo vivía y trabajaba la gente y cómo era sepultada después de morir.
Los miles de objetos descubiertos en las ruinas de los montículos de Palestina nos han dado una visión íntima de la cultura de los diversos pueblos antiguos que los usaron y han incrementado muchísimo nuestra información de los tiempos bíblicos.
Armas y herramientas; vasos de arcilla, metal o piedra; muebles y joyas, nos interpretan la vida diaria de los hebreos, filisteos y cananeos de la antigüedad.
Los descubrimientos arqueológicos de Palestina muestran también que estaba difundido el arte de escribir no sólo en los últimos períodos de la historia de Israel sino ya en el tiempo de los patriarcas y jueces.
En los períodos más antiguos la mayor parte de la escritura se hacía en tablillas cuneiformes como lo muestran los centenares de cartas de Amarna. La mayor parte de éstas fueron escritas en Palestina, en el siglo XIV AC, y enviadas a Egipto, donde se las encontró en los archivos reales.
Numerosas tablillas halladas en Palestina misma - en Gezer, Tell el-Hesi, Taanac, Siquem y Samaria - pertenecen a la misma categoría de textos de las cartas de Amarna y demuestran que estaba difundido el conocimiento de la escritura.
Sin embargo, se encuentran numerosos textos que están escritos en una forma alfabética primitiva, muy similar a la que fue inventada en las minas de cobre del Sinaí.
Esto muestra que la gente de Palestina comenzó a experimentar con esta escritura sencilla, tanto más conveniente que el complicado sistema cuneiforme, y la desarrolló hasta poder usarla corrientemente cada vez que necesitaba escribir.
Tales textos - escritos en una forma alfabética semipictórica - se han descubierto en Laquis, Tell el-Hesi, Bet -semes, Siquem, Meguido, Gezer y Tell el-'Ajjul.
Esto refuta el argumento, tan usado por la alta crítica de antaño, de que la Biblia - escrita en hebreo alfabético - no podría haber sido producida antes del tiempo del reino dividido o del exilio, porque se creía que los hebreos primitivos no conocían un sistema alfabético de escritura.
Ningún erudito informado usa más este argumento.