Flinders Petrie, en 1890, excavó Tell el-Hesi, al sudoeste de Judea, pensando que era el sitio de la antigua Laquis.
Aunque el lugar no ha sido identificado definitivamente, hay buenas razones para creer que es el lugar de la antigua Eglón.
Como en muchos otros sitios de Palestina, los resultados fueron desanimadores, por lo que después de una temporada de trabajo, Petrie volvió a Egipto donde las excavaciones eran mucho mejor recompensadas.
Con todo, su obra en Tell el-Hesi fue extremadamente importante pues desarrolló un sistema por el cual los arqueólogos pueden datar niveles de ruinas antiguas aunque no haya inscripciones.
Cada lugar contiene una gran cantidad de objetos de alfarería rotos, puesto que todos los orientales, antiguos y modernos, usan de ellos para muchísimos propósitos.
Esos cacharros se rompen fácilmente y se abandonan como inservibles.
Esos fragmentos, prácticamente indestructibles, pueden ser muy instructivos para el arqueólogo experto pues la forma de los vasos de alfarería cambiaba frecuentemente, así como la estructura, las técnicas de manufactura y los diseños artísticos.
Petrie vio que los pedazosde alfarería rota diferían en cada nivel, y registrando y comparando cuidadosamente cada pedazo con otros, dio comienzo al desarrollo de la ciencia de la cronología basada en la alfarería.
Este método se ha perfeccionado tanto desde que lo comenzó ingeniosamente Petrie, en 1890, que se ha convertido en una herramienta fidedigna en las manos de los arqueólogos para datar los restos antiguos.